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Ofrecerse en el trabajo

Actualizado: 25 sept 2021


Tuve la oportunidad hace unos meses de conocer a uno de los socios fundadores de una gran consultora tecnológica y me contó la siguiente historia sobre él mismo.


En mi opinión, sintetiza ¿Qué podéis hacer durante la primera semana de trabajo?


Al entrar en la empresa y una vez pasados los trámites con recursos humanos me tocó estar en la oficina a la espera de trabajo. El primer día me encargué de finalizar todos los cursos obligatorios... corría el rumor que hasta que no los finalizases todos, no se te asignaba a proyecto.

A final del segundo día, y puesto que nadie necesitaba de mi ayuda escribí al equipo de RR.HH. puesto que era mi único contacto ofreciendo mi ayuda... y tampoco tenían trabajo para mí.


Yo tenía muchas ganas de trabajar y la frustración de no poder hacer nada me mosqueaba. Durante los días tercero y cuarto comencé a preguntar a mis compañeros de mesa... pero nadie parecía necesitar manos extra.


En el quinto día, un viernes, decidí cambiar mi estrategia y me quedé hasta las seis de la tarde en la oficina. Pensé, los que estén un viernes por la tarde en la oficina seguro que tienen mucho trabajo y necesitan ayuda.

Y así fue, me acerqué a un grupo de consultores con cara de agobiados y les ofrecí mi ayuda. La rechazaron varias veces alegando que no me iban a fastidiar el viernes tarde y fin de semana. Pero insistí.


Trabajamos el viernes hasta la madrugada, el sábado casi todo el día para poder enviar el trabajo al socio responsable. Durante el domingo, el socio, nos desmontó el trabajo y pidió muchos cambios para el lunes.


Estos 2-3 días de trabajo fueron duros y sacrifiqué el fin de semana entero, pero, a partir de ese día jamás tuve un día de vacío. A raíz de ese fin de semana de sacrificio conocí a un nuevo grupo de trabajo, y me fueron incluyendo en proyectos, ayudas puntuales y propuestas.


Gracias a ese fin de semana de esfuerzo pude posicionarme de gran manera en la empresa y tener un gran comienzo profesional.


La moraleja de esta historia, hay que ofrecerse y pedir trabajo para crecer.



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