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Tu equipo, tu gente – tu equipo lo es todo en consultoría



La consultoría es una profesión muy marcada por los equipos. Un mal equipo o un mal jefe puede hacer que tu proyecto o tu carrera como consultor quede condicionada. De hecho, el impacto es tan grande que muchos consultores abandonan la profesión por tener un mal jefe (socio o gerente) antes que por la dureza o complejidad de la profesión.



La composición más típica de un proyecto en consultoría suele ser, 1 gerente, 1 consultor experimentado, y 1 o 2 consultores más junior. Es cierto que cada proyecto es un mundo y las combinaciones de personas son prácticamente infinitas, pero podemos tomar esto como una composición “estándar”.


El rol del gerente es importantísimo puesto que durante la duración del proyecto, el aprendizaje y crecimiento de esas personas depende en gran medida de sus habilidades. De hecho, dentro de cada consultora se conoce muy bien con qué gerente se aprende en los proyectos y con qué gerente es mejor no coincidir.


Es más, en proyectos donde el gerente tiene menos presencia, la cohesión entre los componentes del equipo es fundamental para el éxito del proyecto. Tanto es así, que muchos proyectos de mayor duración en los que el gerente esté menos presente suelen salir grandes grupos de amigos e incluso matrimonios. De hecho, en proyectos muy duros y donde el contenido no es del todo interesante, lo que salva el día a día es el equipo con el que trabajas.

Por el lado negativo, si tienes compañeros difíciles puede hacer que el proyecto sea un infierno que deseas finalice cuanto antes.


Por eso es tan importante elegir bien tu equipo, tu gente. Un buen jefe puede motivarte, hacer que crezcas, aportar a tu carrera profesional. Y un buen equipo lo mismo. Si estás en un equipo con los mejores, que te obliga a esforzarte y dar el máximo de tu potencial te convertirás en un mejor consultor.


Utilizando una comparativa con el mundo deportivo, es muy palpable la diferencia de jugar en un buen equipo a jugar en un equipo peor. Si estás en el mejor equipo ganarás trofeos, tendrás oportunidades, viajarás, crecerás, te obligará a esforzarte, dar lo mejor de ti y llegar a tu máximo potencial. Si estás en un equipo peor aunque seas el mejor jugador (consultor/a) del mundo no podrás hacer mucho.

De igual manera, si tienes al mejor entrenador (jefe) del mundo conseguirás que el equipo dé el máximo, que el equipo se supere, al final, que todos saquéis lo mejor de vosotros.


De hecho, esta facilidad de poder trabajar en equipo y funcionar en pocos días, es una habilidad crítica muy valorada por nuestros clientes. En mi experiencia, a los consultores no nos cuesta trabajar en equipo, colaborar y volver a formar un equipo nuevo a los pocos meses. Es común estar un par de meses en un diseño funcional, luego pasar a otro proyecto con equipos técnicos para diseñar un cuadro de mando, y más tarde participar con equipos más analíticos en la elaboración de un algoritmo para medir el fraude.


Por lo tanto, y puesto que en consultoría cada pocos meses se cambia de proyecto (aunque sea cada 12 meses) buscad al equipo con el mejor encajéis profesionalmente (esto es que cubran vuestras debilidades y ayude a aumentar vuestras fortalezas) y buscad al socio/ gerente con el que más podáis aprender y crecer, al que más admiréis. De esta manera podréis ser mejores profesionales y ser un mejor consultor.



Diario del Consultor


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